martes, 1 de febrero de 2011

Vuelta a Valencia

Ha pasado mes y medio más o menos desde que empecé a entrenar de nuevo con mis compañeros en Cuenca. Ha sido un tiempo durillo aunque ya lo echaba de menos. Al principio me costó bastante integrarme al grupo, los casi 4 meses que habia estado sin entrenar encima de una piragua se notaron mucho (aunque no era algo que no esperara). Comencé con entrenamienos de unos 12 km. a paleo continuo con un ritmo suave para volver a recuperar las sensaciones y, sobretodo, la forma de remar; el piragüismo es un deporte muy condicionado por la técnica de paleo, la cual se pierde muy rápido si no entrenas con regularidad por lo que he querido sobretodo centrarme en ese aspecto. El volver a recuperar el fondo era cuestión de entrenar todos los días e ir sumando kilómetros y tiempo encima de la piragua. Los entrenos en el gym me han sido más llevaderos por haber sido prácticamente mi único ejercicio en Valencia y haberlos trabajado bastante.

Estos últimos días han sido entrenamientos que seguían la tónica de todo el invierno, series de velocidad con el ácido láctico hasta el cuello, gym y un poco de carrera por los paisajes de Cuenca. La verdad es que he notado un gran cambio desde que empecé a entrenar hasta ayer, que fue cuando terminé el ultimo día de trabajo en el río; conseguí recuperar bastante la técnica perdida y a nivel de fatiga, la progresión ha sido muy grande también.


El último día acabé un poco quemado porque, si el entrenamiento era de por sí muy duro, Alfonso tiró la última serie a muerte cuando era un R.III lo que tocaba pero bueno... no seríamos piragüistas de Cuenca si no hicieramos ese tipo de cosas jaja. (Topo cabrón, al final me has hecho ponerlo)

Hasta que vuelva a entrenar en serio allá por Junio, voy a echar de menos las batallas campales en las ciabogas, los tirones de Javi y sus piques cuando le damos puntazos, los "tonto polla!" de Alberto, las manoplas de Rafita, el catarro anual de Alfonso, la risa de deficiente de Lucia, las tramas del Topo y sus dialogos con Carlitos por su sitio en el banco del vestuario, las "montoyas", el "Roberto Carloos ♪" de Enrique y sus imitaciones de Chiquito de la Calzada... en fin, muchas cosas por las que realmente merece la pena sufrir remando todos los días ;)


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